Por muy precisa que sea la fabricación y el montaje de la máquina de impresión flexográfica, tras un cierto periodo de funcionamiento y uso, las piezas se desgastan gradualmente e incluso se dañan, además de corroerse debido al entorno de trabajo. Esto provoca una disminución de la eficiencia y la precisión del equipo, o incluso su avería. Para optimizar el rendimiento de la máquina, además de que el operario la utilice, ajuste y mantenga correctamente, es necesario desmontar, inspeccionar, reparar o sustituir algunas piezas de forma periódica o irregular para que la máquina recupere su precisión óptima.